lunes, 31 de agosto de 2009

SIEMPRE TE LLEVARE CONMIGO

Cuando te conocí supe que eras mi destino, nunca había conocido a nadie más parecido a una muñeca de anime japonés, esa carita pequeña enmarcada con esos ojos inmensos, oscuros y brillantes, ese cuerpo breve, ese cabello oscuro hasta debajo de tus hombros, sedoso, brillante. Podía pasar el día entero observándote desde mi cubículo en la Dirección de la Escuela de Cómputo hasta tu lugar donde trabajabas como recepcionista, con dieciocho años, eras lo más perfecto que conocía en este mundo. Para mi fue natural el pensar que corresponderías a mi pasión, yo era un hombre soltero, con un buen trabajo, que estaba en edad de disfrutar lo mejor de la vida. Vivía modestamente en una pequeña casa que me había heredado mi madre, con un pequeño jardincito que aunque descuidado, podía recobrar su gloria si se le ponía un poco de atención, solo faltaba una mujercita que lo atendiera por las mañanas, tenía para invitarte a salir, tenía mi auto, todo era perfecto, soñaba con el momento en que tú voltearas a verme y te dieras cuenta de la adoración que sentía por ti.
Una mañana de invierno, decidí no esperar más, te invitaría a salir el fin de semana, por tanto, necesitaba estar impecable, lustré mis zapatos, planche mi camisa de manera perfecta, mi corbata estaba perfectamente anudada y mis lentes tan limpios que parecían no tener cristal, es cierto que siempre he sido un hombre solitario, pero bueno, eso no me vuelve mala persona, es que me cuesta tanto trabajo acercarme a la gente. Aquel día entré a la escuela y te encontré como siempre ya en tu puesto de recepcionista, podía percibir el olor de tu perfume de manzana hasta mi, decidido caminé hacia ti, ¡maldición, nunca en la vida te había hablado salvo lo estrictamente indispensable!, esa sensación me puso nervioso, me ahogué y decidí seguir de largo, diciéndote tan solo “buenos días” que tu contestaste sin levantar la mirada desde tu escritorio.
Todo aquel día espié tus movimientos, pude darme cuenta que todo se veía normal, solo yo sentía esa sensación de desesperación y angustia, que me pegaba los labios cada que tenía que hablarte por algún motivo y que me hacía sentir un miedoso. ¿Acaso no podías ver que te estaba deseando como nadie te había deseado? ¿No podías adivinar que eras lo más importante en mi vida?, ¿Qué tendría que hacer para que me notaras? Caminaba nervioso por el pasillo, sudaba frío, me salía a fumar un cigarro, bueno, hacía tiempo que había dejado de fumar pero ahora era una buena oportunidad para reanudar el hábito y juro que esa ansiedad no se debía a que tenía mas de un mes sin tomar mis medicamentos. Entonces algo surgió en mi mente, esa idea era magnífica, tan sencilla, simple y accesible, que me reproche el que no se me hubiera ocurrido antes. ¡Todo tenía ahora mucho mas lógica! Decidí ejecutar mi plan y esperé a que llegara el final de nuestro turno de trabajo. Salí sin despedirme, ¿Para qué, si pronto nos veríamos de nuevo? La sorpresa que te tenía preparada te aseguro que ninguno de tus enamorados te la había dado de nuevo.
Aquella tarde saliste y pude ver como te acercabas a tu auto, mas que caminar parecías flotar con toda la gracia que te caracterizaba ¡Dios, que perfecta eras en ese instante!, apresuradamente me agaché para que no notaras que estaba escondido en la parte trasera de tu auto, luego que abordaste… ¡Sorpresa!...
Hace ya dos meses de eso ¿recuerdas amor?, que entré en tu vida y estoy decidido a quedarme contigo, sé que al principio todo te pareció un poco extraño, que te asustaste y hasta quisiste forcejear conmigo, pero luego entendiste que yo era mucho más fuerte y que no era prudente hacer escándalos en público, entonces, como la chica linda que eres, aceptaste pasarte al lado del copiloto mientras yo manejaba en aquel atardecer y te traje hasta mi casa, donde pude tranquilamente contarte todo el amor que habías despertado en mi, sin que tu siquiera te hubieras dado cuenta. Nuestra relación fue un poco compleja, resististe un poco cuando traté de demostrarte cuanto te amaba, hasta tuve que darte una o dos bofetadas, pero lo hice con la mayor ternura posible. Es lo bueno de vivir solo en una pequeña casita independiente, te nombré la reina de mi imperio y decidí que no te irías jamás de mi lado. Aquellos ojos tuyos, que me cautivaron desde siempre, se veían aun más grandes y brillantes por encima de la venda con la que cubrí tu boca, para poder declararte mi amor sin que me interrumpieras.
Todo ha sido tan perfecto, yo sigo yendo a trabajar, tu auto lo dejé en un centro comercial donde lo localizó una semana después la policía, en la escuela todos se preguntan donde te irías sin siquiera despedirte, pero a nadie ha extrañado que una chica linda como tu se hubiera enamorado y se hubiera fugado de su casa. Nadie sabe mi enorme secreto, la inmensa felicidad que me embriaga desde que te tengo solo para mí y el amor que noche a noche comparto contigo. Pero hoy, justo hoy que cumplimos dos meses, trataste de huir… Que doloroso ha sido para mi encontrarte desatándote de la cama donde tan cómodamente has descansado todo este tiempo… ¿Dime que te ha hecho falta?, ¿Por qué buscas huir de mi amor?, he sufrido en verdad, pero tu no has entendido, todo este tiempo no has podido comprender que mi amor va más allá de este mundo.
No es la primera vez que me enamoro, no es la primera vez que me fallan, al igual que tu, las otras trataron de abandonarme, pero se quedaron para siempre conmigo, igual que tu, cocinaré tu corazón para devorarlo y dormirás como las otras, bajo la tibia tierra de mi jardín, donde tu cuerpo permanecerá por siempre.

SI, PERO NO.

A veces me pregunto que piensas de mi, a donde vamos con este continuo coqueteo y con ese miedo tuyo a perder no se que libertad o no se que independencia de corazón, que al fin de cuentas no te has percatado que en la vida nadie es todo lo libre que puede ser, ni todo lo independiente que puede ser, que sólo renunciamos a una esclavitud para admitir otra…en fin, no se cuanto tiempo mas podré llevar esta rutina donde primero me aceptas y luego me rechazas y dejas en un enigma todas mis preguntas:

-¿Eres feliz?-
-Si, pero no, me falta aún tener un mejor empleo, una mejor vida, una mejor escuela, una mejor perspectiva de futuro, un mejor plan de pensiones, un mejor perro y un mejor auto.-

-¿Me quieres?-
- Si, pero no, no con la manera en que tu esperas, anulando mi independencia y olvidándome de mis sueños para pasar a formar parte de los tuyos.-

-¿Te gustó lo de anoche?-
- Sí, pero no, eres demasiado intensa y apasionada y yo necesito quien me ame con más calma y no sienta que estás tratando de apoderarse de mi cuerpo, mente y alma.-

-¿Me extrañarías si me largara?
- Si, pero no, por eso mismo no me he acostumbrado a ti, pues todo tiene un fin en esta vida y se que tenemos algo muy padre para que dure eternamente, inevitablemente tiene que acabar, así que solo te extrañaría el tiempo absolutamente indispensable… pero ahora tu contesta: ¿Estarías dispuesta a pasar a mi lado el resto de tu vida?

- Si, pero no…-

viernes, 28 de agosto de 2009

TRAMP STAMP


- Me haré un tatuaje-

- ¿Dónde?-

- En la parte baja de la espalda, ahí donde empiezan las nalgas.-

- ¡Ahhh!, ¿Con que quieres tu "tramp stamp"?, ninguna amiga mia se hará un tatuaje en esa parte, si lo haces, ¡te dejo de hablar!-

- ¿Y eso porqué?-

- ¡Para verte el tatuaje!

lunes, 24 de agosto de 2009

UNA TARDE

Aquel día pasaste por mi como todos los días después de clases, teníamos entonces dieciocho años y ganas de hacer el amor a todas horas, me llevaste a casa, sabías que ahí no había nadie a esas horas y que yo no sería tan descortés de dejarte en la puerta sin invitarte siquiera a tomar agua. Hacía tanto calor aquel verano, que era imposible caminar sin sentir un poco chiclosa la suela de mis zapatos escolares. Al llegar a casa, no había nadie, como tu y yo sabíamos y estábamos deseando. Dejaste sobre la mesa ese vaso con agua y hielo, me abrazaste para cargarme hasta la cama donde tarde a tarde veníamos haciendo el amor desde hace mas de un año, ¡Cuanto te amaba entonces!, sabías que no necesitabas pedirme nada porque yo también estaba deseando quitarme la ropa cada momento que pasaba a tu lado, sudar mas de deseo que del calor infernal, tenerte dentro de mi y sentir como los huesos de tu cadera se clavaban en la mía, enredarte en mis piernas y en mi cuerpo. Luego aquella laxitud que nos sobrevenía luego del orgasmo, tu te quedabas dentro de mi, yo sentia delicioso como nuestros sudores se mezclaban y la verdad es que podía haber permanecido así toda la tarde, sin embargo, un ruido de la planta baja me llamó la atención. Sabía que no podían ser ladrones, aquel barrio era de lo más tranquilo y yo me asegure de poner la llave en la puerta. Entonces me acerqué a la orilla de la escalera y grité: -¿Quien es?- una voz grave me respondió desde el baño de abajo - ¡Soy yo hija!, lo que pasa es que ya me venía haciendo pipí por eso llegue de carrera. - Y entonces sentí como mi cuerpo recibía lo más parecido a un golpe en el estómago porque sentí que se me iba el aire, ¡En la madre, mi papá!, pensé y corrí a mi cuarto donde aún te extendías plácidamente en la cama y te dije apresurada:
- ¡vístete que llego mi padre!-
Tu solo sonreiste sin abrir los ojos y contestaste:
- ¡esta vez no voy a caer, esa broma ya me la hiciste muchas veces!-
- ¡QUE TE VISTAAAS!- entonces si volteaste a mirarme y mi palidez debió indicarte que estabas mas cerca de la muerte de lo que nunca habías estado, recuerdo que tomaste tu camiseta, tus pantalones y tus tenis, te los pusiste apresurado mientras yo tomaba un short y una playera de la ropa que estaba regada por todo el cuarto, justo en el momento que nos sentamos en el escritorio de la computadora, se abrió la puerta y entró mi padre: - Hola hija, ¿como te fue?, hola Roberto, ¿como estás?, tuve que venir temprano porque se suspendió la reunión de trabajo. Voy a estar en mi cuarto, ¿ya casi terminan la tarea?.
- En eso estamos señor. - Respondiste con voz trémula.
- Bien, por aquí ando. Ahorita que llegue tu madre comemos todos.-
- Si papá.-
Al salir mi padre, los dos nos dimos cuenta que estabamos temblando, que gracias a Dios mi padre estaba cansado de trabajar y que en tu prisa por vestirte, te habias puesto mi playera de ositos rosas y que sobre la cama mía, se veían claramente tus boxers de cuadros.

jueves, 20 de agosto de 2009

EL MUNDO SERIA UN LUGAR SILENCIOSO.

- ¿Viste como venía hoy vestida?-
- Deja tú el vestido, el peinado, se usó hace como veinte años y creo que nadie le ha dicho que la moda ya cambio.-
- Pero a ella eso no le importa, se acuesta con el jefe, ¿que más puede necesitar?, acostada y desnuda no se le nota ni la mala ropa ni el peinado anticuado.-
- Pues entonces yo empezaría a preocuparme, porque acostada y desnuda si se nota la celulitis...¿ya te fijaste como tiene las nalgas?-
- Ja, ja, ja, ¡ay amiga!, ¡si no lo sueltas te envenenas!.-
- Tengo entendido que ya se habia puesto a dieta, perdió como cinco kilos.-
- ¡aaaahhh!, ¡pues que se de vuelta y mire su trasero, porque ya se los encontré!-
- ¡Eres una maldita!, ja, ja, ja.-
- Por algo somos todas las mejores amigas...

miércoles, 19 de agosto de 2009

SITIO EN RECONSTRUCCION

EL HACEDOR DE MILAGROS.

Aquella noche vivimos bastante, y como de costumbre también bebimos demasiado, me gustaban tus labios con sabor a cerveza, la filosofía de tu borrachera y la locura dentro de tus pensamientos. Después de meses de no verte, atrapada en mi vida de rutina, hijos, marido, trabajo, era gratificante escucharte mentar madres y gritarle a los músicos lo que querías que tocaran.
Gracias a Dios que existías y me hacías sentirme menos culpable por mi vida pequeño burguesa, por haber renunciado a mis sueños de rebeldía y por ser una traidora a las causas de la liberación femenina.
Todo iba bien aquella noche, sabía que como cada uno de mis fines de semana prohibidos a tu lado, luego de tomar cantidades industriales de bebidas de dudosa procedencia, de fumar, gritar y cantar, vendría como siempre una gran noche de sexo desenfrenado, sin palabras y hasta hacerte dificil el caminar hasta el baño.
Pero entonces sucedió, lo que nunca hasta entonces había sucedido, llegó tu amigo Pepito, casi casi tu hermano, a contarte su vida y sus tragedias, lo mal cogido que se encontraba y que tan difícil era para él conseguir una vieja, situación que inmediatamente tomaste como tu propia tragedia, como amoroso padre que decide llevar a su hijo donde las putas. Pero bueno, tu no tuviste que irte a un burdel, bastó tan solo voltear a la mesa de al lado para que unas tipas ya borrachas y que no ligaron ya nada a esas alturas de la noche, se incorporaran a aquella curiosa reunión, para escuchar tu disertación sobre las virtudes de tener sexo ebrio a altas horas de la madrugada, aquello de weeee esto es lo mejor, este brother es otro pedo y todo el yaketi yak. Mi mente empezó a divagar y a preguntarse donde chingados estaba mi cama, donde conseguía monedas para esta puta rockola que misteriosamente tenía minutos callada (creo que se quedó dormida con tu grandilocuente discurso). Me levanté de la mesa y caminé hasta la máquina musical, empece a buscar que escuchar, aparte de tu voz, que ya a estas horas me tenía mareada. Creo que entonces te diste cuenta que yo faltaba en tu mesa, que las fulanas se habían largado con tu amigo, convencidas que a esas horas peor era dormir solas. Mientras paseabas tu mirada en tu entorno me descubriste junto a la rockola y veniste a decirme:
-¡No mames!, ¿ Porqué me dejas ahi?-
- ¡Ash! que hueva tan absoluta, yo no estoy interesada en ligar viejas, allá tu que es lo tuyo wey!.
- ¡Pero no sabes lo que acabo de hacer!... Pepito está muy deprimido y me necesitaba, mira, las chicas aceptaron irse con él, yo las convencí... acabo de hacer un milagro y tu te lo perdiste.-
- Mmm, ese no son el tipo de milagros que me interesan de ti. No me parece milagroso que te ocupes de otras nalgas.
- ¿Y entonces?, vámonos a tu habitación, ¡quiero coger contigo!
- Ja, ja, ja, ¿sabes que sería el milagro?... ¡que yo te dejara hacerlo!. Adiós.