martes, 17 de noviembre de 2015

LOS PROFESORES

Un padre de familia, es un ser que tiene a su cargo el bienestar y el desarrollo de otras personas, en específico sus hijos y en la medida que provee para que tengan cubiertas sus necesidades, se puede decir que abona a que sean felices. Sin embargo, hay otra labor importante del titular de este núcleo de sujetos, el trabajo de formar y educar a los ciudadanos que con posterioridad serán adultos, en este sentido, se nos ha responsabilizado en ser maestros de vida para que, a través de nuestra sabiduría, dejemos ese legado de seres aptos para dirigirse y dirigir el planeta en la mejor dirección. Esto en el mejor de los casos, la realidad es que suele ser una actividad extenuante y siempre cargada de incertidumbre respecto a lo que va a suceder con los frutos de nuestra crianza, al fin de cuentas siempre está el factor de que cada ser humano es un universo en si mismo, capaz de auto determinarse y (si le da la gana) mandar en un papalote todos los lineamientos que se le otorgaron en su niñez para ser una persona socialmente funcional. Claro está que no todos toman decisiones tan radicales, pero siempre pende sobre los paterfamilias, el temor de que al final de todo, sean en vano los esfuerzos y los chicos decidan cagarse la existencia. 

Yo pensé que ser madre de familia implicaba hacerte cargo de sus necesidades físicas y emocionales, impulsar sus aficiones e incentivar sus sueños, pensaba que yo podría dejar dos seres humanos que serían buenos hombres y sobre todo felices. Creía firmemente que el educar a un hijo, implicaba hacer propios los ejemplos y enseñanzas paternas, pues cuantos sinsabores ahorra hacer de vez en cuando caso a los consejos paternos. Pero esas dos personas en mi vida llegaron para darme a entender que no tenía yo ni idea de lo que era educar a otro, podía entender que el amor era cuidar y querer, pero no sabía yo cuanto duele dejarlos que se equivoquen y enseñarles a retomar la senda una vez que sufren las consecuencias. Pensaba yo que debía educarlos a ellos, pero ellos me han enseñado mucho más a mi, han cambiado mis niveles de tolerancia a la frustración, me hicieron sacar fortaleza donde pensaba que ya estaba agotada, aprendí la paciencia, virtud que mi juventud no me dejó ejercitar mucho. Yo creía que debería ser una maestra, pero -por obra del amor- recibí un par de profesores estupendos que me han enseñado a mi que la vida no es siempre como uno la imagina, pero aún en el descontrol, es posible luchar por la búsqueda de la felicidad.  

lunes, 19 de octubre de 2015

DIVIDIDA

Hay que buscar entre tanto caos y desconcierto, las huellas del amor que un día vincularon nuestra vida. ¿De qué sirve tratar de mantener lo que se desmorona? A veces pudiera ser para darnos una sensación de seguridad, para ser felices y dormir tranquilos, sin embargo, yo creo que soy yo quien se dio en amor, soy yo quien se entrega en fragmentos milimétricos dejándome esparcida por el Universo, no son los demás, no es el resto de la humanidad, sólo somos tu y yo, explorando las posibilidades de vivir. No se que vamos a hacer en este punto, no quiero adelantar las tragedias del corazón; el desapego no se me ha dado nunca, pero es que no veo la vida de otra forma más que amando a quienes me rodean. Sin embargo, el egoísmo no debe cegarme, si lo que se necesita es dejar ir el amor para ser feliz, sea pues un amor espiritual lo que aquí nos ata aunque el camino se bifurque y debamos separarnos. Nunca culpé a nadie de mis vida y mi destino, los imponderables sólo han sido escollos en la ruta trazada. Dejo en tus manos la promesa hecha, reiterada siempre de amarte sin condiciones para que tu decidas, hacia donde se encamina tu ser. 

viernes, 25 de septiembre de 2015

ENREDADA EN LAS REDES.

La vida no es lo que fue, cada día mas cerca y a la vez tan separados. Hoy en un instante puedes contactar a otro ser humano que esté a miles de kilómetros de distancia, sin embargo, vas construyendo muros con quienes están a tu lado. Ciertamente, los inventos novedosos han dejado a las sociedades con esa sensación de nostalgia por el ayer, quizá lo mismo que hoy pienso imaginaban los seres humanos en los albores de la primera guerra mundial, cuando la humanidad ni siquiera pensaba tocar la luna, hoy traemos vehículos exploradores en Marte y más aún, pensamos que pronto podemos enviar a otros seres vivientes hastiados de la vida en esta tierra. 

¿A dónde vamos? Nadie lo sabe, ves una revista de tecnología y te das cuenta de las grandes expectativas que tenemos como especie, de las cosas que aún podemos descubrir, soñar y avanzar; mientras que leyendo una de ecología te sientes atrapado en una trampa mortal, donde estamos condenados a destruir nuestro propio entorno y el delicado equilibrio de esta tierra que nos ha dado abrigo durante milenios.  Y no hablemos de una de política, versión moderna de los cuentos de hadas que ya nadie cree ni por accidente y que (interpretadas en sentido contrario) nos pueden dar una idea más o menos aproximada del destino que tiene nuestro país o nuestro mundo. 

¿Y las opiniones qué? Diría mi abuela con su sarcasmo habitual, hoy día nuestras opiniones pueden ser ventiladas y expuestas en cuestión de instantes; mientras hay personas que las abrazan con entusiasmo, encontramos otras que inmediatamente disienten de cualquier idea, si porque si, no porque no; así se pierde nuestra voz en el murmullo creciente de quien considera tener la razón en todo momento y que no admite una discrepancia. Así, desde ayer me doy cuenta que hay una persecución y acoso severo a las chicas que se manifestaron en contra de la idea de que una universidad pública haga un concurso de belleza, por considerarlo sexista y retrasado. A la inmediata descalificación del colectivo y la adjetivación a sus integrantes como "feas", "pal perro", "envidiosas" y "amargadas" siguieron amenazas más severas de aplicarles violencia, por expresar su opinión. Yo jamás entendí que ellas estuvieran insultando a quienes participaron, solamente cuestionaron la permanencia de un evento de tal naturaleza, en una casa de estudios que debe ser promotora de la equidad de género y el respeto entre seres humanos. Hubo quienes aseguraron que en tal caso debían descartarse los eventos deportivos porque no todos tendrían las mismas habilidades y por tanto resulta que fomentan la discriminación; creo que el símil es desafortunado, porque a un atleta no se le juzga por su apariencia exterior, ni se le premia por su fortuna genética, simplemente se le estimula en la medida que hace algo diferente, con habilidades adquiridas. 

Por otra parte, está el asunto del niño cuya madre desea que se le deje usar el cabello largo, me parece que ahí hay un conflicto entre lo que las autoridades educativas desean y lo que la madre desea, no creo que el pequeño esté tan decidido a usar el cabello corto o largo; pero me hace recordar que en un tiempo los jóvenes tuvieron que manifestarse y fueron estigmatizados por usar el cabello largo. Sin embargo, en estos días de internet y redes, han surgido furibundas muestras de rechazo a la postura de la mujer, descalificándola y juzgando su modo de pensar y más aún, proponiendo aberraciones como el violentarla sexualmente; la intolerancia desatada, con expresiones de que piensa volver homosexual a su vástago o que le va a arruinar la vida. No estoy muy segura si el pequeño a su edad tiene la capacidad de tomar la decisión de querer usar el cabello largo, sin embargo, si estoy segura que tiene derecho a una educación, a ser protegido y no discriminado por la forma en que se desenvuelve. Y seguir reglas establecidas ¿En verdad nos ha tornado mejores sociedades? No criticamos ese ejército (cuyos integrantes usan todos el cabello corto) como seres violentos que han atacado al pueblo de manera constante; el uso de cabello corto para los varones en las escuelas ¿Ha disminuido algo el acoso escolar, la deserción, las fallas en la calidad educativa, las mafias sindicales? 

Lamentablemente, en estos tiempos de redes sociales, hoy gritamos y vociferamos en facebook y twitter; pero solo hasta mañana, donde nuestra mente con déficit de atención y síndrome del control remoto se distraiga con otra noticia sobre la cual (faltaba más) también queremos expresar nuestro sentir. (imagen vía formato7.com)

martes, 23 de junio de 2015

SEÑORA RIDÍCULA.

Hace muchos años, escuché por ahí que cuando uno no vivió bien su juventud, en la madurez le da por hacer "disfiguros" diría mi abuela; los norteamericanos le denominan "midlife crisis", consiste (en los casos mas agudos) en que tanto a hombres como mujeres dejan sus matrimonios estables y empiezan de nuevo con amantes jóvenes, en casos más atenuados, se puede dar la necesidad de cambios de  imagen más juveniles y algo del flirteo solamente. No olvidemos que el pecado se da "de pensamiento, palabra, obra y omisión", así que más de uno o una fantasean con sentir de nuevo mariposas en el estómago (síntoma que en ocasiones podría ser más producto de gastritis que de enamoramiento), vestir a como hace un adolescente o empezar con las cirugías reconstructivas, correctivas, preventivas y demás para mantener la lozanía de los años veintes (cuando todo es porvenir y poco es pasado). 

No estoy criticando esas ansias de permanecer joven, mi observación es referente a la relatividad o la percepción personal del tiempo transcurrido, sucede que en tus cuarentas puedes sentir mucha energía aún y cuando recuerdas que de niño las personas de cuarenta años te parecían "viejísimas" y te impresionabas; cuando no podías esperar a cumplir dieciocho para "ser independiente", lograr tus metas, ver el mundo con los ojos propios. Esos años llegaron y esa década pasó, no es que fuera mala, al contrario, fue excelente; tampoco me quejo del derrotero de la vida, porque personas maravillosas se fueron y otras tantas llegaron a mi existencia. Lo sorprendente para mi, es que aún recuerdo cuando fui una simple adolescente, como si fuera ayer, sin embargo transcurrieron demasiadas cosas, no es que me preocupe embarcarme en actividades que no me corresponden "a mi edad", pero ¿Qué es lo que te corresponde? Para mi, creo que la clave sería seguir conservando un espíritu animoso y jovial, mientras tengas consciencia que el organismo ya no es el mismo, si me da por desvelarme hasta las cinco de la madrugada para cantar y bailar no pasa nada, sólo que ya no consumo alcohol y evito esas famosas "crudas", probablemente ya no es posible desequilibrar el presupuesto familiar para adquirir un capricho, porque tu vida también se centra en dar a los demás la felicidad que tu tienes dentro. Por mi parte, no me importaría ser una señora ridícula, si eso me mantiene feliz, porque el ridículo es un concepto que sólo frena a las personas, que los angustia por el ansia de pertenencia, por el deseo de no desentonar y ser parte de "algo", quienes tienen consciencia de su valía y de su ser, no necesitan la opinión de otros para sentirse tranquilos.

Espero encontrar en esa experiencia, la llave para poder comunicarme con mi hijo adolescente, no puedo enseñarle mucho, porque cada ser humano se construye a partir de su propia vivencia, pero si darle el apoyo y la comprensión que yo en su momento tuve, las alas para despegar su vuelo y porque no, esos clásicos regaños que son prerrogativa de todo padre de familia, con aquello de que "mientras vivas en mi casa, vivirás bajo mis reglas", que emoción que ya puedo decirlo, aunque espero no necesitarlo.  

domingo, 29 de marzo de 2015

Espejo.

¿Qué pasa cuando miras al espejo? Esa persona que a diario ves, te escudriña y se da cuenta que otro día nace, depende del humor de la semana y ¿porqué no decirlo? hasta de la etapa del mes en que te encuentres; hay mañanas que te mira sonriente, te dice que eres bella, que eres feliz y todo irá bien. Otras veces te desconoce, se asusta de los ligeros pliegues en los bordes de los ojos, esas ojeras tan propias de tu especie (y por especie me refiero a tu familia) reflexiona y te lanza un "no te estás poniendo más joven" con el que pretende obligarte a que corras, a que vivas, que apresures a tus hijos a crecer, porque tus propios fantasmas pueden alcanzarte cualquier día. Y ahí vas, a la calle, según el ánimo que te mandó el espejo, para tratar de perseguir el espejismo de terminar con tus tareas, cuando nunca van a terminar, hasta el día que ya no estés en el mundo. 
Ese espejo nota cuando hiciste el amor por la noche, casi ves tu reflejo guiñar pícaramente y te ve con esos ojos de "anda mujer, quien te viera tan seriecita"; también te reclama, lo poco que duermes, lo mucho que trabajas y la falta que te hace dejar de ser tan preocupona. Pero por la noche, te ve llegar cansada, quitarte el día de encima mientras remueves el maquillaje, observa tu cara limpia, tus ojos con sueño y te ve desde esa distancia enorme pero a la vez inmediata, mientras viras te da una palmada en tu hombro y te dice "mañana todo será mejor".

lunes, 16 de febrero de 2015

Grita

Hay días en que es difícil pensar que alguien puede entenderte, desenredarte de esa maraña de convencionalismos elaborados para el diseño de "una buena persona", si te sientes frustrada no puedes renegar contra la "voluntad de Dios", te sientes cansado, pero "eres joven y tienes toda la energía", aguante mujer, hijos, marido... resista tráfico, conductores abusones, políticos ladrones, aguante maestros y maestras con derecho a opinar sobre tus métodos de crianza... soporte hoy, mañana y siempre porque es parte de la vida y tienes que decir "soy feliz" aunque en ese momento no lo sientas. Tener derecho a ser una mala persona, está negado para gente como tu. Y te purga salir todos los dias a enfrentar las opiniones de quienes no están en tu lugar. Desbarras y quisieras poderte siquiera emborrachar tranquilo, olvidando todo y a todos. Cuando tu corazón desborda todo lo que ya no puedes guardar, busca ese rincón de soledad donde nadie va a opinar de ti, súbele al volumen de tu auto, si quieres cantar, canta, si quieres llorar, llora y si quieres, ¿porque no? manda todo al carajo, porque sabes que no eres asi, no eres mala persona y no deseas serlo, porque mañana empiezas de nuevo a tratar de luchar por lo que no tiene arreglo... toma aire, llenate los pulmones, cierra tus ojos... ¡GRITA!