jueves, 28 de enero de 2016

EL RETO DEL DODECAÉDRO.

Hace bastantes años, cursaba la escuela primaria y en sexto año, me pidieron hacer una tarea para un fin de semana, los cuerpos geométricos, en escala y pegados como maqueta. Para lo cual, pasé viernes, sábado y domingo, dibujando, recortando, pegando figuras geométricas, obvio decir que las simples, como una pirámide o un cubo, fueron bastante rápidas de hacer... Pero ¿Cómo se hace una esfera con cartulina? pues haciéndola bola (jaja... eso hice con mis varios intentos) pero no, me inspiré finalmente en una pelota de béisbol, hice los cortes respectivos y de una u otra forma, la figurita quedó bien o al menos aceptable. Mi sufrimiento y estrés fueron compensados con el orgullo de haber logrado hacer todo eso yo sola, alrededor de doce figuras distintas, cilindros, cubos, etc, etc. EN TIEMPOS EN QUE NO EXISTÍA EL INTERNET (mucho ojo). Sin embargo, por más intentos que realicé, nunca logré hacer un dodecaedro... el cual, si acaso se lo llegan a preguntar, es una figura así: 



Si para ti no representa ningún esfuerzo, te felicito, pero para una servidora, miope y torpe, con escasa práctica en geometría resultó en aquel entonces, imposible. A mi maestra le dio un sincope, me rebajó calificación, porque además mi pobreza no me permitió (como a mis compañeros) comprar las figuras pre dibujadas, listas para recortar y pegar, por lo que las mías no fueron tan espectaculares. Snif. 

Sin embargo, mi vida siguió adelante, sin haber logrado hacer un dodecaedro y sin que el mundo se detuviera, se cayera la bolsa de valores o el peso sufriera variaciones en su paridad (al menos no debido a mi causa). 

Ayer, treinta años después, me enfrente a la necesidad de auxiliar al frutito de mi vientre para hacer la susodicha tarea, elaborando varias figuras geométricas con cartulina; en mis tiempos, era innecesario pedirle ayuda a los padres porque: a) No se usaba y b) Casi siempre estaban molidos o trabajando. 

Sin embargo, ahora en estas épocas de mucho fomento a la convivencia familiar, los maestros les recomiendan que pidan ayuda para hacer tareas, obvio que no para que se las hagan sus padres y ¿qué creen? justamente terminamos casi haciéndolas nosotros. Así que ahí estábamos, el pliego de cartulina en blanco y yo, dispuesta para hacer un dodecaedro, la primera parte del reto, era hacer un pentágono de lados iguales, lo cual, no es un tema menor, irregular cualquiera lo hace, pero igual... joer... y con la medida de lado ya dada... busquen el tema en cualquier tutorial en internet y verán a lo que me refiero. 

Luego hay que hacer doce de esos pentágonos pegados y que deben doblarse para que formen la mentada figura. Después de tres horas de sufrir, enfrentarme a los retos pitagóricos, calcular superficies, llorar y elevar plegarias al cielo, conseguí hacer algo mas o menos parecido a un dodecaedro, pero no sólo conseguí eso, ya por la noche, cansada y hasta satisfecha con mi trabajo, caí en la cuenta que me tomó treinta años superar el reto y sin embargo, lo logré; si soy tardada, pero segura. 





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